Cristaliza en prismas achatados estriados verticalmente que van desde el incoloro hasta el amarillo, verde, lila y gris, siendo el rosa el más común. Proviene de Pakistán y Afganistán.
Despierta el amor en el corazón, ayudando a manifestar amor incondicional, permitiendo que el corazón se abra, puro, seguro, fuerte y amante. Conecta con la propia fuente de amor y da equilibrio emocional pues asiste para superar los bloqueos del corazón. Otorga amor a uno mismo canalizado hacia los demás, dando sin esperar nada a cambio. Nos prepara para la Alegría y la seguridad. Ella representa al corazón evolucionado que entiende la creación sin sufrir ataduras ni apegos, libre de miedos. Permite sincronizar la acción y el sentimiento, el cuerpo físico con el cuerpo emocional. Activa al corazón y lo alínea con la garganta y el tercer ojo para pensar y comunicarse desde ese amor del corazón. La Kunzita posibilita la expresión y manifestación del amor a uno mismo, el amor romántico y el amor incondicional. Estimula la intuición y creatividad en el estado meditativo, la sensibilidad y sensualidad. Trabaja en todas las partes del cuerpo físico, la mente y el espíritu. A los recién nacidos les facilita la integración de sus energías con la vibración terrestre. Es muy útil para abrir el corazón en situaciones de nuevos comienzos y crisis de vida. Trabaja como un despertador de la conciencia cardiaca. Trae libertad, paz, serenidad, gentileza, ternura y compasión. Al abrir el corazón a la energía del amor, hacia uno mismo primero, y luego hacia las relaciones interpersonales, la humanidad, los animales, las plantas, los minerales y demás reinos, nos conecta con el no juzgamiento, sanando la autocrítica.

· Cualidades: desde el Liderazgo conecta con la Manifestación de la Luz y los Talentos.

· Afirmación: “Mi cuerpo físico sigue con armonía mis pensamientos”. 
            • Chakra: cardíaco.

            • Signo:  Tauro, Leo, Escorpio.

            • Planeta:  Venus, Sol, Plutón.

            • Numerología: 3.